🌤️ lo que viene ya es
cuando el horizonte se abre sin avisar
Hay momentos en que no estás donde estabas,
pero tampoco has llegado.
Y sin embargo…
algo en ti ya sabe.
Ya siente.
Ya ve.
No como certeza.
Sino como dirección.
No es ansiedad. Es otra cosa.
Es una especie de alegría sin forma.
Una vibración que se acumula detrás de los ojos,
en la base del cuello,
como si el cuerpo también quisiera asomarse
al futuro que aún no ocurre.
No duele.
No pesa.
Pero está ahí.
Presente.
Lo que viene… ya es
No estoy esperando algo nuevo.
Estoy sintiendo cómo lo que ya soy
se empieza a desplegar en otra forma.
Más clara.
Más simple.
Más viva.
No es un giro.
Es una evolución.
Una continuidad que por fin se deja ver
como lo que siempre ha querido ser.
El horizonte se despeja
La imagen es nítida:
una vía abierta,
con cielo claro
y una vista que inspira sin exigir.
No hay prisa.
Solo espacio.
Y la certeza de que caminar no es para llegar,
sino para expandirse.
Un gesto para esta semana
Cuando sientas que algo se empieza a mover
aunque aún no tenga forma,
no lo expliques.
Solo respira por la nariz,
suavemente,
como si ya estuvieras en ese lugar que presientes.
Camina más lento.
Mira el cielo.
Di en voz baja:
“Lo que viene… ya está en mí.”
Pregunta para llevar contigo
¿Qué parte de ti ya está viviendo lo que aún no ha pasado?
🌤️🛤️