sobre fernando
¿quién camina esta víah?
soy fernando.
desde hace más de 25 años trabajo en el mundo del liderazgo creativo, la comunicación y la cultura.
sigo vinculado a los medios, la radio y la estrategia de contenidos:
un espacio donde la voz sigue teniendo impacto.
Por más de dos décadas, he trabajado en el corazón del contenido hispano en Estados Unidos,
liderando programación para redes como Univision, Latino Media Network, SBS, CBS, y iheartmedia.
Ese mundo no quedó atrás.
Hoy lo habito desde otro lugar:
donde el lenguaje no solo comunica,
sino revela.
y sin embargo, algo en mí cambió.
o se rompió.
o se abrió.
o todo a la vez.
no supe ponerle nombre. solo sentí que el lenguaje que había sostenido mi vida ya no alcanzaba.
que necesitaba otro ritmo. otra verdad. otro modo de estar.
desde entonces, habito dos mundos:
uno que escucha y dirige la expresión en radio,
y otro que acompaña en silencio.
sostengo espacios donde lo real puede aparecer.
donde no hay presión, ni técnica, ni urgencia.
donde la presencia vale más que la respuesta.
he caminado rutas de misticismo, sabiduría interespiritual, indagación silenciosa y símbolo encarnado.
he sido aprendiz de muchas tradiciones.
pero ninguna se volvió mi casa.
así nació ¡víah! no como un método, sino como una forma de ver.
mi forma de acompañar
no doy consejos.
no diagnostico.
no interpreto.
no reemplazo tu inteligencia
ni tu saber profundo.
no tengo respuestas
que tú no puedas tocar.
acompaño desde la presencia,
con silencio, con pregunta, con cuidado.
no te llevo a ningún lugar.
solo sostengo el lugar donde ya estás,
para que puedas ver desde ahí.
trabajo con personas que ya han caminado algo.
que no buscan estructura rígida,
sino espacio para respirar.
que quieren dejar de acumular…
y comenzar a habitar.
mi lenguaje es simbólico,
pero mi escucha es simple.
acompaño desde lo que soy.
y desde lo que no necesito demostrar.
Si algo en ti resuena, quizá ya empezaste a caminar.
Catalizadores en mi viaje
Este no es un camino solitario.
Aunque a veces lo parezca,
cada paso ha estado sembrado de voces, gestos,
y miradas que despertaron algo en mí.
Algunos de esos catalizadores tienen nombre
• Wong Kiew Kit
me enseñó a estar en el cuerpo.
El chi kung como oración en movimiento.
La quietud como fuerza.
El Tao como ritmo interior.
• Michael Neill
me mostró el genio de la creatividad sin límite.
A través suyo, conocí los Tres Principios de Sydney Banks,
y comprendí que toda experiencia nace del pensamiento en la consciencia.
Nada que buscar fuera.
• Zvi Ish-Shalom
desveló para mí la Kabbalah no como sistema,
sino como arte vivo del alma.
Un misticismo que no separa,
sino que invita a vivir lo sagrado aquí.
• Jeffery A. Martin
con su Martin Matrix,
me mostró que el bienestar fundamental no es un estado,
sino un continuo de profundidad y percepción.
Fue esclarecedor.
• A. H. Almaas
me ofreció una forma de bucear en el alma profunda.
Sus palabras no solo explican: encarnan.
Y en ellas, lo esencial se vuelve forma.
• Andrew Harvey y Mirabai Starr
me recordaron que la espiritualidad verdadera
no se guarda en templos ni retiros,
sino que se riega con platos sucios, pérdidas y ternura cotidiana.
La compasión, hecha gesto.
• Mario Sabán
me enseñó que el estudio y la espiritualidad
no solo pueden coexistir,
sino iluminarse mutuamente.
La comprensión profunda,
como camino de liberación del alma.
Hay muchos más…
algunos sin nombre.
Otros que fueron viento,
libro, amigo, revelación sin forma.
Y también están aquellos que no caminan esta tierra,
pero cuya presencia ha tocado la mía
desde el misterio:
Jesús, Lao Tse, Francisco de Asís, Dōgen, Buda…
y quizás otras almas aún sin rostro,
femeninas y silenciosas,
que ya me habitaron antes de recordarlas.
Todos ellos —con voz o en silencio—
me han revelado una verdad simple:
el verdadero maestro despierta algo que ya estaba en ti y solo esperaba ser recordado.
ponte en contacto.
Gracias por acercarte con presencia.
Leo cada mensaje con cuidado.
Si hay lugar disponible en alguno de los caminos,
te responderé en los próximos días.
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