🌬️ la libertad de no hacer
cuando el alma pide espacio, pero el mundo te llama
hay momentos en los que no quieres avanzar ni quedarte.
solo… detenerte.
no porque estés cansado,
sino porque algo en ti anhela espacio.
una pausa real.
un día sin forma.
un respiro sin expectativa.
entre el llamado y el retiro
últimamente me siento dividido.
una parte de mí quiere desaparecer.
quedarse solo.
alejarse del ruido, los mensajes, la exigencia.
y otra parte…
quiere crear.
expresarse.
salir al mundo desde un lugar distinto, más vivo, más libre.
no hay conflicto.
hay tensión.
como dos alas que aún no aprenden a volar juntas.
recuerdo lo que era
añoro esos días en los que no tenía nada en la agenda.
ni reuniones,
ni respuestas pendientes,
ni urgencias que resolver.
todo el día era campo abierto:
caminatas, meditaciones, lecturas, descubrimientos.
libertad real.
silencio fértil.
apertura sin presión.
exploraba sin propósito.
y sin embargo, todo era pleno.
lo que duele ahora
hoy me siento obligado a estar presente.
a responder.
a sostener.
y aunque lo hago con cariño y entrega,
también noto resistencia.
resistencia interna…
y resistencia externa.
como si algunos quisieran ocupar el espacio que me pertenece.
y eso, aunque intento ignorarlo,
también duele.
porque es difícil expandirse
cuando otros intentan contenerte.
la práctica del no hacer
no tengo respuestas.
pero he encontrado un gesto.
me detengo.
cierro los ojos.
respiro.
y por unos minutos,
no hago nada.
no pienso.
no organizo.
no proyecto.
solo dejo que lo que está…
se desvanezca,
o se expanda.
pero sin empujarlo.
eso me recuerda
que la libertad no siempre es movimiento.
a veces es solo no tener que decidir qué viene después.
un gesto para esta semana
elige un momento al día.
aunque sea breve.
apaga todo.
siéntate sin objetivo.
respira sin corregirte.
y permite que algo —lo que sea—
encuentre espacio en ti sin tener que pedir permiso.
pregunta para llevar 🥡
¿qué quiere hacer tu alma cuando no tiene que hacer nada?
🌬️🕊️