🕳️ El silencio que mira hacia arriba

cuando no puedes hablar… pero algo en ti sigue sintiendo

A veces hay cosas que no se pueden decir.

No por miedo.

No por vergüenza.

Sino porque todavía no es el momento.

Y sin embargo, ahí están.

Vivas.

Latentes.

Haciendo peso adentro.

El pozo

Esta semana me he sentido como en un pozo.

No uno oscuro.

Un pozo abierto, con el cielo arriba.

Pero sin salida inmediata.

Estoy ahí.

No atrapado… pero tampoco libre.

Como si algo se estuviera reacomodando desde adentro.

No puedo explicar lo que está pasando.

Y no porque no sepa.

Sino porque lo que sé… todavía no se puede decir.

El nudo entre saber y callar

No todo lo que se calla es mentira.

A veces el silencio es lo más íntegro.

Lo más compasivo.

Lo más correcto.

Pero eso no lo hace fácil.

Lo que no se dice… también se siente.

Y cuando el cuerpo sabe antes que las palabras,

todo se vuelve más real.

Más delicado.

Más sagrado.

Una ternura inesperada

Vi una escena esta semana:

Rafa Nadal pidiéndole perdón a una recoge pelotas

a la que golpeó sin querer.

Un gesto mínimo.

Honesto.

Tiernísimo.

Y me quedé ahí.

Mirándolo.

Como si algo en mí dijera:

“Eso es lo que necesito también.”

No una solución.

No un análisis.

Solo una mano en el hombro.

Un “lo sé”… aunque no se diga nada.

No subir, no huir

No tengo prisa por salir del pozo.

Hay algo aquí que todavía se está gestando.

Y aunque a veces duela,

también confío.

Confío en que lo nuevo no se empuja.

Se deja llegar.

Y que este fondo silencioso…

también tiene cielo. 🌌

Un gesto para esta semana

Cuando sientas que hay algo en ti que no se puede contar,

que no tiene forma todavía,

pon tu mano en el pecho.

Y otra en el abdomen.

No para calmarte.

Sino para acompañarte.

Y desde ese gesto,

dile a lo que vive en ti:

“No te estoy ocultando.

Solo te estoy cuidando.”

🥤 Pregunta para llevar

¿Qué parte de ti sigue esperando ser vista…

aunque no pueda ser dicha todavía?

No hay apuro.

No hay urgencia.

Solo el gesto de quedarte contigo…

hasta que algo dentro diga: “ahora sí.”

🕳️🌌

Anterior
Anterior

🫁 hábito desnudo #2 — la encrucijada

Siguiente
Siguiente

acertijo del ser #2 – voy hacia de donde vengo